La imagen ha estado en al ámbito educativo desde siempre, sin investigaciones neurocientíficas de por medio, el hombre siempre ha sabido instintivamente que la imagen era un gran recurso para enseñar, pues la misma naturaleza de lo visible es mostrarnos la realidad, y no hay nada más convincente para la mente humana que lo que pueda ver con sus propios ojos. Sin embargo, la imagen ha sido continuamente relegada al ámbito de lo ilusorio y poco académico, como si el conocimiento científico sólo se llevara bien con el lenguaje verbal. Tanto así que el modo de usar la imagen en las escuelas de hace más de un siglo no dista excesivamente de cómo se usaba la imagen hasta hace muy poco en los colegios. ¿Y hoy? ¿Cuánto nos diferenciamos de aquella escuela decimonónica?