Tecnología: visible / invisible

La comunicación visual es hoy en día una tremenda protagonista, y no puede ser diferente en las aulas. Esto no se trata de que ahora los salones de clases deban estar atiborrados de imágenes, sino que hoy queremos una escuela que aproveche las posibilidades visuales, que trabaje con imágenes de calidad y que por sobre todo sepa enseñar a los niños a leerlas, criticarlas y crearlas. 

Y para esto las TIC tienen un rol fundamental, pues aunque no vienen necesariamente a reemplazar otros soportes analógicos de la imagen como el libro, los medios digitales amplifican las posibilidades de la imagen, enriquecen su lenguaje con movimiento, sonidos, interacción, interconexión, etc. 


La característica de una adecuada introducción de las TIC en el aula, es precisamente que nos permite realizar nuevas tareas, visualizar cuestiones complejas o desarrollar aprendizajes novedosos, sin estorbarnos con su aparataje o espectacularidad. Que cuando escribamos en un blog no veamos el PC, que cuando disfrutemos un videojuego en el Ipad no veamos el dispositivo. Es decir, la gracia es que la tecnología pase a ser invisible, y que lo que destaque sea la actividad que nos permite hacer. Aunque suela entenderse al revés, y muchos colegios se obsesionen con obtener el dispositivo, sin importar mucho qué harán con él.

Así, deberíamos entender dos cosas importantes de la tecnología en una escuela nueva:

- es una herramienta preciosa para amplificar la comunicación visual, de modo que nos podría dar acceso a un conocimiento más visible.
- cuando esta bien implantada, potencia el aprendizaje, pero su presencia física se hace del algún modo invisible.

Al mismo tiempo, y lamentablemente, podemos atribuirle invisibilidad a otro fenómeno relacionado a las TIC. En el año 2011 se publica Aprendizaje invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. Un interesante libro con una mirada actualizada sobre educación, basado en las investigaciones del investigador chileno Cristóbal Cobo y su colega norteamericano John W. Moravec. El pdf se puede descargar gratuitamente aquí.


En el libro se explica que actualmente en las aulas están sucediendo una serie de aprendizajes de gran valor (pues corresponden a capacidades que se requieren en esta sociedad del conocimiento), pero que lamentablemente no están siendo registrados por los instrumentos de evaluación. 

Esto pasa especialmente con el uso de las nuevas tecnologías en la escuela o fuera de ella, pues estas disparan procesos de colaboración, conexión, nuevas estructuras, creaciones originales, juegos, etc. Y aunque todos estos procesos se reconocen esenciales para emprender cualquier actividad en una sociedad del conocimiento, nuestras retrógradas evaluaciones no las están identificando.

De modo, que el mundo patas arriba nos tiene sumidos en esta trampa. Se le ponen luces brillantes a los aparatos que son sólo herramientas, y se invisibilizan los grandes resultados que generan. Bueno, paciencia, que al menos ya nos estamos dando cuenta.





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